martes, 16 de diciembre de 2014

EL GATO CON BOTAS


Había una vez un muchacho joven que vivía en la calle con su gato. El muchacho era pobre, y llevaba puestas ropas araposas.
El joven casi no tenía para comer, y lo único que se llevaba al estómago era lo que podía encontrar en la basura para su gato y para él.
Un día, el gato, que se daba cuenta de la pobreza extrema de su amo, cogió unas botas, un sombrero y una capa, los limpió hasta que parecieron  nuevos y se los puso. A continuación, el gato con botas se fue a cazar al campo, y cuando volvió con un jabalí a sus espaldas, se lo llevó al rey, y le dijo: “Excelentísimo señor, mi amo el marqués le regala este jabalí para que lo disfrute con su familia“.
El rey le dio las gracias, y esa noche en el castillo del reino se cenó jabalí asado, a la salud del marqués.
Al día siguiente, el gato se volvió a poner las botas y volvió a cazar un jabalí para regalárselo al rey en nombre del marqués.
El gato con botas repitió durante una semana sus regalos al rey.
Un día, mientras el gato con botas y su amo estaban en el río bañando y lavándose, pasó la carroza del rey cerca del río. El gato con botas lo vio, y rápidamente le dijo a su amo que se quitara toda la ropa..
La carroza del rey paró junto al río para descansar, y el rey vio al gato con botas, y le preguntó: “¿Qué hacéis tú y tu amo en el río?“. A lo que el gato contestó: “Han robado a mi amo el marqués y le han quitado toda la ropa!“.
El rey rápidamente le dio un traje elegante al supuesto marqués y él y el gato con botas subieron a la carroza real.
Dentro de la carroza iba la hija del rey, una muchacha muy hermosa. Sólo hizo falta una mirada, y los dos muchachos se enamoraron..
Ahora, el muchacho que vivía en la calle sin dinero, ni ropa elegante, ni comida, se había convertido en el príncipe del reino, y todo esto gracias a su amigo, el gato con botas.

La moraleja que deja este cuento es que nunca hay que menospreciar cualquier cosa que nos regalen por humilde que parezca pues así como el hijo menor del molinero se decepcionó del gato que había recibido de herencia, jamás se imaginó que este gato a través de su ingenio, inteligencia y habilidad lo iba a transformar de un humilde campesino en un márques y posteriormente en un príncipe casado con una bella princesa. También la moraleja de este cuento nos dice que debemos ser agradecidos, el gato lo fue con su amo y después el amo con el gato porque le permitió vivir en el palacio con él compartiendo sus riquezas.

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